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Toneladas de Realidad.

Toneladas de Realidad ó El Clan BC a tres meses de su inicio.

¡Hola a todos! Ya han pasado tres meses desde que “Los Incansables” Yoyo y Chuyín llegaron a nuestras vidas,  aquí sigo, compartiendo las experiencias que nos han dejado en zozobra y como atolondrados por el tremendo impacto que la paternidad y sus efectos secundarios al caernos encima la realidad de ser padres nos ha traído, hasta otras muy divertidas, entrañables e inolvidables. Han sido meses arduos, llenos de situaciones nuevas y desconocidas en su mayoría, pues esto de ser papá no se acerca ni por mucho a lo que te platican y relatan la mayoría de las veces, es más, he descubierto que nada de lo que muchas veces se lee, o se escucha es remotamente cercano a lo que vives a diario.

Recientemente empezamos a asistir a un taller pre y post- adopción en el DIF de la CDMX, (El DIF para ti que me lees fuera de México, es la entidad del gobierno de México, que regula y gestiona los procesos de adopción en mi país), y cuenta con personal altamente capacitado, al menos en el DIF de la Ciudad de México (CDMX), una de ellas, Alice, la psicóloga que ha llevado nuestro proceso de evaluación y seguimiento, nos dijo algo totalmente cierto: De pronto hay que aprender a cargar  y sin oportunidad de retroceder para agarrar vuelo, el peso de las toneladas de realidad que la paternidad trae consigo.

La verdad es que El Teniente y  yo hemos pasado por una verdadera montaña rusa de emociones con el día a día de Los Incansables (nuestros dos pequeños incansables llenos de amor y de incógnitas). Ha habido berrinches monumentales acompañados de muchas lágrimas, que se han compensado con una gran cantidad de risas y situaciones geniales, porque Los Incansables se las gastan para eso de las ocurrencias.

Chuyín ha intentado sobrepasar los límites más seguido de lo que esperábamos (ponernos a prueba, le dicen los que saben) y Yoyo no se ha quedado atrás, ¡vamos! como que se han querido asegurar que no los hemos tomado como un pasatiempo para jugar a la familia, y que ésta, es la buena, la de a de veras, la oportunidad final de tener un hogar, y olvidarse de los malos momentos que pasaron al desfilar por hasta 6 casas hogar diferentes.

Cabe mencionar que Los Incansables llegaron a la tutela del DIF bajo el buen juicio de su madre biológica, cuando Yoyo contaba 3 años y Chuyín solo 1, pero de eso hace ya 8 años, y en su paso por las diversas casa hogar que los albergaron, los mudaron en promedio cada año, llegando incluso a separarlos debido al buen tino que tuvieron en una de las casas de dejarlos convivir con una señora, a la que le denominaban «madrina» y que terminó llenando sus corazones con la falsa ilusión de que los adoptaría en algún momento, para terminar explotándolos laboralmente los fines de semana que le permitían verlos, e incluso permitiendo y arriesgando a Yoyo a experimentar con el consumo de alcohol cuando tenía alrededor de 8 años. El resultado, pasaron el último año y medio separados y en casas hogar tan distantes como dos mundos, en los que pasaron las de Caín sin saber el uno del otro. Pero de este tema, no duden que vendrá un post por separado, pues merece la pena ahondar en el asunto.

Volviendo a estos últimos 3 meses, la mayoría de los mega berrinches han ido en declive a medida que, de a poco, Los Incansables han ganando confianza en casa, y se han apropiado del espacio, de su habitación, de los perros, de los autos y hasta del control de lo que miramos en la TV, (¿alguien me podría decir en qué va la última temporada de NCIS, por favor?), a últimas fechas, mi momento más emocionante del día es cuando Masha se la pasa haciendole la vida imposible a El Oso en sus aventuras por el bosque.

El día de hoy a Los Incansables les ha quedado en claro algo  muy importante: ¡Que sí! ¡Que han llegado a nuestra familia para quedarse!, ¡Que ya hay quien los cuide!, que ya aparecieron un par de locos que los quieren con defectos y virtudes, que finalmente tienen no uno, sino dos papás que los van a defender y que los van a guiar a través de las vicisitudes que la vida hasta ahora los dejo enfrentar solitos, ¡vamos! que han empezado a creérselo.

Cierro este post con dos frases que Los Incansables nos han soltado sin anestesia y en momentos separados, y que me han dejado casi al borde del llanto:

“Se siente bien tener papás” – Yoyo, Julio, 2017 durante un paseo por el parque cercano a casa.

“Dios, por fis, haz que pronto podamos usar los apellidos de nuestros papis, así todo esto tendrá sentido” – Chuyín, Agosto, 2017 en su oración nocturna antes de irse a la cama.

Yo no he podido llorar aún ni un solo par de lágrimas desde la llegada de Los Incansables, pero… ¿A qué hora podría hacerlo?… Si alguien lo sabe… que me cuente en donde reservo tiempo para agendarlo.

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9 comentarios en “Toneladas de Realidad.”

  1. Es increíble, que hasta que no vives determinada situación, te das cuenta que todo lo que has leído y te han contado, es solo la pequeña percepción de la persona que te lo está contando… ya cuando te toca vivir lo es otra historia…
    Mucha suerte con sus pequeñines…
    Abrazos.

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    1. Hola! Así es, la realidad supera por mucho a los relatos que te cuentan a veces solo la parte mas digerible de las historias. Gracias por tu comentario y por tomar el tiempo de dejar tus buenos deseos, un abrazo fuerte.

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      1. Hola Fernando

        Muchas gracias por seguir al pendiente, no se si pudiste leer las primeras dos partes de nuestra publicación de aniversario. En seguida te dejo los links. Y prometo pronto seguir subiendo actualizaciones. Un abrazo

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  2. Me declaro desde ahora mismo muy fan de vuestro blog! 😍 Transmites mucha cercanía al escribir. Un abrazo de una adoptada más (a la que le gustaría adoptar en un futuro)😄

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